El papa Juan Pablo II mantuvo durante más de 30 años una amistad “epistolar” con una filósofa casada, Anna Teresa Tymieniecka, sin que haya pruebas de que faltara contra la virtud de la castidad, tal y como ha difundido recientemente la televisión británica BBC basándose en 350 cartas.
La veterana periodista Valentina Alazraki defendió la relación transparente y sin malicia que el papa polaco acostumbraba tener con las mujeres. “Solo quiero contarles algunas de mis impresiones a lo largo de 26 años y medio al lado de Juan Pablo II”, escribió en un post en su cuenta oficial en Facebook.
“Yo tenía 23 años cuando lo eligieron, y 50 cuando murió. Les puedo decir que, en esos largos años, lo que más me llamó la atención como mujer, no como periodista, fue la limpieza extraordinaria de su mirada, de la manera en la que miraba a las mujeres, la naturalidad con la que, sin ninguna hipocresía, las abrazaba, acariciaba o besaba en la mejilla”, escribió la reportera y escritora.
Alazraki fue uno de los más de 120 testigos de varios países del mundo para la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. “Yo tengo decenas de fotografías en las que me acaricia la mejilla o el pelo, y son para mi la mejor de las herencias. Lo mismo hizo con mis hijas”.
Así, describe una actitud transparente del Papa: “Cuando íbamos a África y había una misa en la que en el ofertorio subían muchachas con falditas de paja y los senos prácticamente desnudos, en aquellos momentos todos los obispos del séquito se sonrojaban, no sabían hacia dónde mirar, pero Juan Pablo las veía subir hacia el altar con una mirada extraordinaria. Sonreía, las veía con admiración como si estuviera viendo unas flores bonitas o un amanecer lleno de poesía”.
“Lo vi agarrado de la mano bailando y cantando con jóvenes en leotardos en escenarios del mundo entero, con la misma mirada, la misma limpieza y la misma naturalidad y espontaneidad”.
Alazraki rechazó la “duda sembrada por la nota” de la BBC sobre la amistad entre Wojtyla y Tymieniecka “sin ningún hecho o evidencia”, y además contó que, como persona informada de la causa, durante cinco años tuvo acceso a la oficina de la postulación, sin revelar o publicar el material confidencial.
Igualmente, delineó el perfil del joven Wojtyla como un hombre con una sana relación con las mujeres. “De joven tuvo amigas, cuando era actor en el teatro, cuando era sacerdote, se iba de excursión con muchachas y muchachos”.
Y añadió un episodio de la biografía del hoy santo: “Una vez no llegaron los muchachos, y las niñas pensaron que se cancelaría la excursión. El más sorprendido de que pensaran eso fue Karol Wojtyla, quien les dijo que la excursión se mantenía, y que si veían que alguien las miraba extrañado, lo llamaran tío Lolus”.
La periodista mexicana en calidad de testigo dijo haber respondido a “128 preguntas sobre la manera en la que Juan Pablo II, de acuerdo a lo que yo vi o supe durante más de 26 años, vivió todas las virtudes: fe, esperanza, caridad, justicia, prudencia, y naturalmente la castidad”.
“Por ser una de las pocas mujeres laicas interrogadas, mis respuestas, sobre todo acerca del tema de la castidad, se encuentran en la llamada relatio, es decir el documento final que se presentó a obispos, cardenales y al papa Benedicto XVI para la beatificación y al papa Francisco, quien lo canonizó”, agregó.
Por último, recordó que en el avión papal “al inicio habíamos solo dos mujeres periodistas, y él siempre tuvo más gestos de ternura y complicidad con nosotras que con nuestros compañeros hombres. Tenía una admiración profunda por las mujeres, nos hablaba delgenio femenino.”
Además, informó que el papa Juan Pablo II también tuvo otra amiga al final de su vida: “la psiquiatra Wanda Poltawska, quien publicó las cartas que se escribieron durante decenios y que fueron analizadas durante la causa de beatificación y que no evidenciaron nada más que una profunda relación de amistad, tanto con ella como con su marido y sus hijos”.
Por ello, sostuvo: “Exactamente la misma situación de la amistad con la filosofía americana. Con ambas colaboró en diferentes temas y de esa colaboración y amistad surgieron varios libros”.
En conclusión ,presentó las declaraciones del papa Francisco durante el vuelo de regreso a Roma desde Ciudad Juárez sobre esa amistad, que el entonces arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio ya conocía. “el papa Francisco explicó que la amistad entre un hombre de la Iglesia e incluso un Papa no solo es normal, sino incluso enriquecedora”.
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