La dramaturgia es experta en describir lo que llamamos error vital, es decir, confundir las propias ilusiones con la realidad. la vida termina pareciendo una comedia cuando, en realidad es una tragedia. Pero, ¿Cual es la verdadera realidad? ¿No podría esconderse una ilusión aún más peligrosa en la pretensión de definirla? La verdadera realidad es lo que son las cosas, no el uso lingüístico no la actividad que desempeña una palabra en el sistema social. esto es escondido y hasta misterios para muchas personas, no porque no la vean, ES QUE SE NIEGAN ACEPTARLA, A VERLA. Entonces su vida es una tragicomedia, desde el punto de vista de la eternidad, el tiempo y el espacio. Y, sin embargo, el intelecto quiere curarnos de las ilusiones y sobre todo nos invita a tener el ojo de nuestra conciencia bien abierta.
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