12 jul 2016

La escritura manual ayuda a los niños a prestar más atención al lenguaje escrito


La escritura manual, para muchos, es prácticamente un anacronismo. Cada vez se ven menos sacapuntas en ambientes laborales, e incluso, escolares y académicos. Sin embargo, los especialistas advierten que aprender a escribir (que no a teclear), puede ser la clave para, precisamente, aprender a escribir.
Independientemente de los purismos o nostalgias que algunos podamos albergar alrededor del asunto, lo cierto es que, como señala la nota de Perri Klass para El País de España, “hay un volumen cada vez mayor de estudios sobre lo que un cerebro que se está desarrollando con normalidad aprende mientras forma letras en la página, tanto en letra de molde o manuscrita como en cursiva”.
El artículo de El País continúa señalando que este año, en el Journal of Learning Disabilities, un grupo de investigadores analizaban la manera en la que el lenguaje oral y el escrito se relacionan con la capacidad de atención, lo mismo que con las denominadas aptitudes de la “función ejecutiva” (entre las que destaca la planificación) en alumnos entre cuarto de primaria y tercero de secundaria con y sin discapacidades de aprendizaje.
Virginia Berninger, catedrática de Psicología Educativa de la Universidad de Washington y autora principal del estudio, explica que las pruebas de este y de otros trabajos indican que “la escritura manual (esto es, la actividad manual de formar e hilar letras) hace que la mente intervenga, y puede ayudar a los niños a prestar atención al lenguaje escrito”.

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