La armadura, las defensas que se van construyendo a lo largo de la vida, a veces son el escudo que a uno le permite ser, relacionarse y vivir de la mejor manera posible, con una sensación de seguridad.
Es fácil encontrarse con personas que parecen inaccesibles o que uno siente que sólo se queda siempre en las primeras capas. A veces puede ser frustrante pero no nos olvidemos de que también pueden ser necesarias por lo que ¿por qué quitárselas en consulta o en la vida con amigos/familia?, ¿por qué intentarlo si las ha construido por y para algo?
Esa armadura se puede transformar en algo menos pesado, menos limitante y más accesible, tal vez se necesite tiempo, confianza o terapia, pero esa armadura gruesa es lo mejor que ha podido hacer esa persona por sí mismo.
* Entiéndase "fragilidad" no como debilidad, sino como necesidad de cuidado propio, de protección
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