José Ingenieros: "Sin firmeza de conducta, no hay moral; no puede haberla. Las buenas intenciones que no se logran cumplir son la caricatura de la virtud. Los hombres sin voluntad se proponen volar y acaban arrastrándose, persiguen la excelencia y se enlodan en las ciénagas, conciben poemas y ejecutan críticas, sueñan vivir intensamente y se agitan en perpetua agonía. Nunca dicen 'hago', que es la fórmula del hombre sano; prefieren decir 'haré', que es el lema de la voluntad enferma" («Las fuerzas morales»; Buenos Aires: Gradifco, 2007 [1925], página 29).
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