9 feb 2015

Claridad epistemológica y humildad ontológica. Psicología de la Religión.




No es posible pedirle a una disciplina más de lo que ella puede dar.
Esto exige que una lectura interpretativa de los fenómenos humanos desde el punto de vista psicológico comporta una indispensable clarificación de corte epistemológico, que evidencie el ámbito de la investigación y subraye con extremo realismo los limites y  al mismo tiempo, subraye el carácter interdisciplinar con la imprescindible exigencia de comparación a ella ligada.
Cada ciencia busca su verdad siguiendo la propia óptica y a través de las propias categorías hermenéutica, en la conciencia de que el objeto de la investigación científica es algo construido por la mente y no un dato con realidad propia, al cual el sujeto deba adecuarse pasivamente.
No existe el objeto científico sin teoría interpretativa y explicativa. Y sin un cuadro de referencia teórico, el cual ofrezca una precisión de las perspectivas en las cuales se debe mover el investigador a la hora de analizar el objeto en cuestión; no es posible hablar de observación científica.  En el momento en el que defino (circunscrito en el universo de la fenomenología ) un objeto de observación, lo lleno de aspiraciones, de conjeturas y de teorías.
Cada ciencia busca la verdad según su propio punto de vista, según los propios criterios de interpretación y los propios instrumentos metodológicos, ninguna ciencia puede pretender de acaparar la total complejidad de un fenómeno y por lo tanto la verdad. Esto hace incorrecto el querer valorar los resultados de una ciencia con los métodos y criterios de verdad de otra.
El requisito necesario para una corrección epistemológica es la humildad ontológica que partiendo de la afirmación de que la verdad no se agota en una sola ciencia, presta atención a la posible confusión y ambigüedad y mira con ojos de predilección las posibles integraciones y las recíprocas llamadas.


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