LA HUMILIDAD

No te pongas en el primer puesto ni en el ultimo, sólo en el que eres, donde estés siempre seras. Reflexionando sobre la humildad es examinar la opinión que tenemos de nosotros mismos. La humildad, decía Santa Teresa de Avila es verdad. Es un defecto sobre-valorarse, pero tampoco es correcto infravalorarse. San Agustín escribe que los sabios paganos estimaban las virtudes humanas, pero no conocían

 la humildad, pues pensaba que era algo exclusivo de religiosos. Los filósofos griegos solo aconsejaban una humildad, la natural genérica que llamaban metriotes, que significa el conocimiento de la medida justa.Quien ha estudiado algo es consciente de lo que sabe, pero no se pone de primero a responder y menos en el primer puesto. Es también consciente de que los demás saben muchas cosas que siempre hay algo en lo que una supera a los demás. Por tanto todos merecen el primer puesto y, al mismo tiempo ninguno se lo merece.