5 may 2016

Ernesto Sabato: "Sí, lo sabemos, acabo de reconocerlo: los ideales se degradan en su ejercicio; la maldad y el egoísmo, la irrefrenable ansia del poder, el resentimiento y el sectarismo, la vanidad y el hambre de riqueza ensucian y bastardean esos ideales. Sí, no ignoramos que la famosa Democracia con mayúscula también baja a la democracia con minúscula y por fin a la que debe ser marcada con sarcásticas comillas. Pero los regímenes absolutos también están constituidos por hombres y, en consecuencia, están igualmente sujetos a la corrupción; con la diferencia de que en ellos no hay forma de denunciarla y mucho menos de castigarla. El justamente célebre aforismo de Lord Acton debería ser enseñado y analizado en cada escuela, y reiterado cada vez que jóvenes idealistas pero inexperimentados imaginen que mediante el poder absoluto puede limpiarse el corazón del hombre y conquistar el paraíso terrenal" («Apologías y rechazos»; Bogotá: Seix Barral, 2001 [1979], páginas 124-125).

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