23 may 2016

Mario Bunge: "Toda acción humana está orientada hacia valores: si es espontánea, porque busca alcanzar fines valiosos para el actor; si es deliberada, porque toda decisión es precedida de una evaluación. Sin embargo, los objetos sobre los que se vuelca la acción humana no tienen por qué ser siempre valiosos o disvaliosos. En particular, para el científico todos los objetos concretos, por humildes que le parezcan al hombre de la calle, son igualmente dignos de estudio y desprovistos de valor. No sucede lo mismo con el tecnólogo: éste divide la realidad en recursos, artefactos y el resto. Este resto es el conjunto de las cosas inútiles, comprendidos los productos de desecho no reciclables. El tecnólogo asigna mayor valor a los artefactos que a los recursos y aprecia más a éstos que al resto. La suya no es, pues, una ontología libre de valores sino una cosmología que se parece a las de las culturas primitivas y arcaicas" («Epistemología. Curso de actuaización»; Barcelona: Ariel, 1985 [1980], página 220).


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