5 may 2016

Jean-Paul Sartre: "La noción de 'propiedad', por la cual tan a menudo se explica el amor, no puede ser primera, en efecto. ¿Por qué iba a querer apropiarme del prójimo sino, justamente, en tanto que el Prójimo me hace ser? Pero esto implica, precisamente, un cierto modo de apropiación: queremos apoderarnos de la libertad del otro en tanto que tal. Y no por voluntad de poder: el tirano se ríe del amor; se contenta con el miedo. Si busca el amor de sus súbditos, es por política; y, si encuentra un medio más económico de someterlos, lo adopta en seguida. Al contrario, el que quiere que lo amen no desea el sometimiento del ser amado. No quiere convertirse en el objeto de una pasión desbordante y mecánica. No quiere poseer un automatismo y, si se quiere humillarlo, basta hacer que se represente la pasión del ser amado como el resultado de un determinismo psicológico: el amante se sentirá desvalorizado en su amor y en su ser. Si Tristán e Iseo están enloquecidos por un filtro, interesan menos; y llega a suceder que un sometimiento total del ser amado mate el amor del amante. Se ha sobrepasado la meta: el amante vuelve a la soledad si el amado se transforma en autómata. Así, el amante no desea poseer al amado como se posee una cosa; reclama un tipo especial de apropiación: quiere poseer una libertad como libertad" («El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica»; Barcelona: Altaya, 1993 [1943], páginas 391-392).


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