5 may 2016

Jean-Paul Sartre: "Pero ¿cómo puede elegirse el razonar torcidamente? Porque se añora la impermeabilidad. El hombre sensato busca gimiendo, sabe que sus razonamientos son únicamente probables, que otras consideraciones vendrán sin duda a revocarlos; no sabe nunca muy bien adónde va; está 'abierto' a toda clase de sugestiones, puede pasar por vacilante. Pero hay personas atraídas por la permanencia de la piedra. Quieren ser macizos e impermeables, no quieren cambiar: ¿adónde los llevaría el cambio? Se trata de un temor original de sí mismo y de un temor a la verdad. Y no los aterra el contenido de la verdad, que ni siquiera sospechan, sino la forma misma de lo verdadero, ese objeto de indefinida aproximación. Es como si su propia existencia estuviera perpetuamente en suspenso. Pero quieren existir enteramente y enseguida. No quieren opiniones adquiridas, sino innatas; como temen el razonamiento, quieren adoptar un modo de vida en que el razonamiento y la búsqueda tengan un papel subordinado, en que sólo se busque lo que se ha encontrado ya, en que sólo se vuelva uno lo que ya era" («Reflexiones sobre la cuestión judía»; Buenos Aires: Debolsillo, 2004 [1954], páginas 17-18).


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