5 may 2016

Michel Onfray: "La verdadera derrota del pensamiento tiene como síntoma la reducción de la diversidad cultural a esta alternativa: pobreza intelectual o elitismo, simplismo o ininteligibilidad. Los excesos que cometen unos remiten al campo contrario y obligan a tomar partido, e incluso a defenderlo con uñas y dientes, aun cuando se esté en disposición de reconocer sus aspectos negativos. Por un lado, la ausencia de cultura y la promoción de unas ideas desechables, pero eficaces auxiliares del mercado; por el otro, obras fundamentalmente abstrusas en las que unas cuantas perlas enterradas en el lodo suponen que es menester hundirse en el fango para merecer su disfrute. Personalmente, no quiero la pobreza mental de los unos ni la sádica obligación de los otros de aceptar el sufrimiento como precio del saber, de subordinar la ciencia a un dolor excesivo, de no acceder al paraíso de una creación si antes no se ha expiado, no se ha sudado sangre, no ha habido arrepentimiento, penitencia y sometimiento a una disciplina inútil" («Política del rebelde. Tratado de resistencia e insumisión»; Barcelona: Anagrama, 2011 [1997], páginas 240-241).


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