Al final, en el saludo a los empleados heridos en misión, sus familias, los niños y los demás trabajadores, Francisco improvisó algunas palabras en el jardín fuera del edificio para agradecer a los presentes por su trabajo “escondido” y “anónimo” y que cada uno “lleva adelante con valentía y en silencio”, destacó.
El Pontífice agradeció el apoyo de los empleados en la lucha contra el hambre en el mundo. Luego, recordó los testimonios y los caídos, que desarrollando esta misión han perdido la vida durante sus labores alrededor del mundo.
Momentos antes, en el atrio del edificio, rezó ante el “Muro de la memoria”, testigo del sacrificio que realizaron los miembros de este Organismo. “Memoria que “hemos de conservar para seguir luchando, con el mismo vigor, por el tan ansiado objetivo de “hambre cero”, pidió.
Y reiteró que “las acciones realizadas por sus miembros” son el testimonio concreto del trabajo de la PAM que se fundamenta “en sus testigos”.
Entretanto, el Sucesor de Pedro, invitó a las “instituciones internacionales a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre”. Lo hizo vía Twitter.
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