El rehén es el actor fantasma, el extra que ocupa
el espacio impotente de la guerra. Ahora se
trata del rehén colocado en puntos estratégicos,
mañana del rehén como regalo de Navidad,
del rehén como valor de cambio y como
liquidez. Degradación fantástica de lo que constituía
la esencia misma de la figura del intercambio
imposible. COLOMBIA DA PASO A UN INTERCAMBIO
DE HUMANIDAD O DE SILENCIO. CALLAMOS, PASAMOS LA HOJA, DEJEMOS EL TRABAJO AL PERDÓN, AL ESPÍRITU.
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