Friedrich Nietzsche: "Para elogiar o censurar a los hombres que están lejos de nosotros, nos basta conocer sus ideales. A los que están cerca los juzgamos por los medios que emplean para realizar esos ideales; a veces reprobamos sus fines, pero nos encantan los medios y la forma con que los realizan. Ahora bien, los sistemas filosóficos sólo son completa verdad para sus inventores; para todos los filósofos posteriores, son generalmente una gran equivocación; para los cerebros débiles, un conjunto de errores y verdades; pero como fin último, en todo caso, erróneos y, por tanto, inadmisibles. Por esto a muchos hombres les desagradan los filósofos: porque sus fines no son los suyos; son fines lejanos a nosotros" («El origen de la tragedia y obras póstumas de 1869 a 1873»; Madrid: Aguilar, 1951 [1874], página 321).
No hay comentarios:
Publicar un comentario