3 mar 2016

Soren Kierkegaard: "El presente autor no es de ningún modo un filósofo; no ha comprendido el sistema, si es que hay uno y si está acabado; su débil cerebro se asusta ya bastante al pensar en la prodigiosa inteligencia que es necesaria a cada uno, hoy que todo el mundo posee un pensar tan prodigioso. Aunque podamos formular conceptualmente la sustancia de la fe, no por eso hemos asido la fe, como si penetrásemos en ella o ella se introdujese en nosotros. El presente autor de ningún modo es un filósofo; es, 'poetice et eleganter', un escritor aficionado, que no escribe sistemas ni promesas de sistema; no ha caído en el exceso de sistema ni se ha consagrado al sistema. Para él, escribir es un lujo; y tanto más gana en evidencia y en placer cuanto menos compradores y lectores tiene de sus producciones. No teme prever su destino en una época en que la pasión se borra de un trazo para beneficio de la ciencia, una época en que el autor que aspira a ser leído, debe tener la precaución de escribir un libro fácil de hojear durante la siesta y la precaución de presentarse con la cortesía de ese jardinero del anuncio, quien, sombrero en mano y con el certificado de su último amo, se recomienda al muy honorable público" («Temor y temblor»; Buenos Aires: Losada, 2014 [1843], páginas 9-10).

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