( + Nos santiguamos) En
el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Invoco a todos los Ángeles y a los Santos. Me dirijo a ti bendita Virgen María Madre Santísima, Reina de toda la Creación: te pido tu bendición, tu protección y tu intercesión. Invoco la protección y ayuda de San Miguel Arcángel, líder de los ejércitos celestiales; de todos los Arcángeles y Ángeles. Me uno a la alabanza, adoración y gloria dada a nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Invoco a todos los Ángeles y a los Santos. Me dirijo a ti bendita Virgen María Madre Santísima, Reina de toda la Creación: te pido tu bendición, tu protección y tu intercesión. Invoco la protección y ayuda de San Miguel Arcángel, líder de los ejércitos celestiales; de todos los Arcángeles y Ángeles. Me uno a la alabanza, adoración y gloria dada a nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Invoco en el Nombre de
Jesús la bendición, protección y ayuda de todos los Patriarcas; los discípulos
de Jesús, los Confesores, las vírgenes y los mártires; los Apóstoles, y de
todos los Santos que han existido y que existen.
En el Nombre de Jesús
entro en comunión con la Santa Iglesia de Cristo aquí presente, y la Santa
Iglesia de Cristo Universal. Ratifico mi fe en el Santo Nombre de Jesús y en su
Preciosa Sangre. En el Nombre de Jesús renuncio al pecado, renuncio a Satanás y
sus trabajos de maldad; me entrego totalmente a Jesucristo para la gloria de
Dios.
Dios Padre Creador de
los Cielos y de la Tierra, de todo lo visible y lo invisible ¡Padre amadísimo!,
en unión con la Virgen María, los Ángeles y los Santos, te hablo humildemente
en el Nombre de Jesús. Te exalto y te magnifico por tu Grandeza inigualable, te
alabo por todas tus perfecciones y atributos; te adoro y te doy gracias por el
regalo de mi vida y por permitirme estar en tu Santa Presencia.
¡Padre amado! tú
conoces mi intención, sabes que somos oprimidos por aquellos espíritus rebeldes
que nos incitan al pecado y que nos hacen estar lejos de ti. Señor yo he pecado
por mi propio deseo y te confieso mi culpa, por favor borra las huellas de mi
pecado y acepta mi Oración en el Nombre glorioso de Jesús.
Señor Dios
Todopoderoso: en el Nombre de Jesús te pido mi liberación y la liberación de
todos los que sienten la influencia del Maligno en sus vidas, en el Santo
Nombre de Jesús ¡cúbreme con tu Preciosa Sangre!, y libera a todos estos que
están aquí.
Señor Dios, Supremo Rey
del Universo, Padre de todos los espíritus, te alabo y te doy gracias por
haberme enseñado la grandeza del Santo Nombre de Jesús. Me arrodillo en unión
de toda rodilla en el Cielo y en la Tierra y debajo de la Tierra, y confieso
con toda lengua que Jesús es el Señor, para la Gloria de Dios Omnipotente.
Padre amado, te exalto
y te alabo por tu generosidad, te exalto con la raza humana por aceptar el
Sacrificio de tu amadísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo, en reparación de
todos nuestros pecados; por permitir que la Preciosa Sangre de Cristo lave
nuestras almas y nos purifique de nuevo en tu Santa Imagen ¡Bendito seas Dios
Padre Misericordioso! que nos has enviado a tu Hijo para que a través de su
Preciosa Sangre podamos ser salvados del pecado y liberados de nuestro Enemigo
el Demonio.
¡Padre amado! con el
Poder del Santo Nombre de Jesús y de su Preciosa Sangre, libérame Señor de todo
espíritu maligno que tenga influencia sobre mi ¡desátame Señor de las cadenas que
me unen a la maldad!, y libera a todos estos hombres y mujeres que están aquí
escuchando. Dios Padre Todopoderoso, en el Nombre de Jesús te pido que ganes
esta batalla; tengo fe en tu Poder, alabo tu Majestad ¡exalto tu autoridad
sobre el Enemigo!, confío totalmente en que tu estás haciendo este trabajo para
mi salvación y la salvación de aquellos por quienes estoy rezando.
Libera Señor, suspende
para siempre la opresión del Enemigo ¡establece tu dominio! ¡Ahuyenta con tu
Preciosa Sangre a todos tus Enemigos! ¡Revela tu Gloria Cristo!, tu has vencido
al Demonio en la Cruz ¡saca al Enemigo fuera de nuestras vidas para tu honor y
para tu Gloria en el Santo Nombre de Jesús! ¡Cúbrenos con tu Preciosa Sangre y
libera este pueblo que está escuchando esta Oración!
Señor Jesús, me
arrepiento de todos los pecados que he cometido a lo largo de mi vida, y te
pido, Señor ¡perdón!; pasa por toda mi vida desde el momento de mi concepción;
pasa por la vida de todos estos: sánales del amor que pudo haberles faltado ¡llénalos
de tu amor! bendice a sus padres antes de su nacimiento, borra cualquier
lujuria que haya habido en ellos ¡purifícalos con tu Preciosa Sangre ho Dios
Omnipotente que lo puedes todo!, bendice mi vida y bendice la vida de ellos
desde sus comienzos ¡bendice mi niñez y bendice su niñez!, bendice nuestra
juventud.
A lo largo de nuestra
vida hazte presente con autoridad para liberarnos de cualquier influencia
diabólica que haya perturbado o que aún esté presente en nuestras vidas ¡limpia
nuestras almas para que queden limpias y blancas como la nieve!
Señor Jesús: libérame
de cualquier resentimiento que lleve en mi corazón y libera a éstos que están
aquí, de cualquier resentimiento contra cualquier persona; contra su familia,
con cualquier persona que haya conocido a lo largo de su vida.
¡Libéralos en el Santo
Nombre de Jesús y cúbrelos con tu Preciosa Sangre!
Sáname Señor y sánalos
a ellos de cualquier resentimiento que lleven en contra tuya por habernos
sentido ofendidos con nuestro destino, el cual es tu Santa Voluntad. En tu
Santo Nombre cúbrenos con tu Preciosa Sangre ¡Señor Jesús, vengo humildemente
ante tu Cuerpo Crucificado y ante esta Hostia Consagrada!, ahí en esa Cruz
donde tu recibiste todas las consecuencias de nuestro pecado, nuestras
enfermedades, nuestras debilidades y la muerte.
Señor Jesús en tu Santo
Nombre humildemente imploro tu Misericordia, y te pido por los méritos de tu
Pasión, agonía y muerte; por los méritos de las penas del Inmaculado Corazón de
María, que sanes, que me sanes y no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la
fe de tu Iglesia.
Señor Jesús, tus eres
el mismo ayer, hoy y siempre; en tu Santo Nombre glorioso te pido que pases tu
mano santa, sanando sus dolencias y ungiéndolos con tu Espíritu. Tú conoces sus
problemas, sáname Señor y sana a todos estos que están escuchando mi Oración.
Señor Jesús, tu eres el
Dios que nos sana: hoy me despojo de mis enfermedades y los despojo de sus
enfermedades en tu Santo Nombre y te (las) entrego a ti en tu Santo Nombre para
que dispongas de acuerdo a tu Misericordia.
No sea mi voluntad sino
la tuya; has tu trabajo Señor para la Gloria del Santo Nombre de Jesús ¡sáname
Señor Jesús por el Poder de tu Nombre! ¡Sánanos Señor Jesús por los méritos de
tus Santas Heridas! ¡Sánanos Señor por los méritos de tu Preciosa Sangre!
¡Derrama sobre este pueblo el Poder de tu Sangre!
Señor yo no soy digno
que entres a mí, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma. Pongo toda
mi confianza en ti porque tú tienes el Poder de sanarme, porque eres nuestro
Dios Misericordioso con caridad inigualable, porque me amas y has traído tu
salvación a mi casa. Gracias Señor por tu Santo Nombre.
Señor Jesús, lávame con
el hisopo y quedaré limpio. ¡Virgen María por tu intercesión gracias! Padre,
Hijo y Espíritu Santo. Rocíame Señor con el hisopo y quedaré limpio, lávame y
quedaré más blanco que la nieve.
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