28 feb 2016

Viktor Frankl: "Vivimos en una sociedad opulenta, y se trata de una opulencia no sólo de bienes materiales sino también de una gran cantidad de estímulos. Nos vemos bombardeados por los medios de comunicación. Nos bombardean con estímulos sexuales. Y, por último, pero no por ello menos importante, la explosión de la información representa una nueva y futura opulencia. Montones de libros y revistas se apilan en nuestros escritorios y repisas. A menos que queramos caer en una total promiscuidad (no sólo sexual), tenemos que elegir entre lo que es importante y lo que no, lo que tiene sentido y lo que no. Debemos hacernos selectivos y discriminativos" («El hombre en busca del sentido último. El análisis existencial y la conciencia espiritual del ser humano»; Buenos Aires: Paidós, 2014 [2000], página 157).

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